sábado, 5 de noviembre de 2011

PICHON-RIVIÈRE COMO AUTOR LATINOAMERICANO

PICHON-RIVIÈRE COMO AUTOR LATINOAMERICANO
Por María del Carmen Barcia


Al aceptar la propuesta de reflexionar sobre Enrique Pichon-Rivière en tanto autor latinoamericano, el título me convoca al despliegue de múltiples trazos. Para facilitar el derrotero, trataré de ordenarme e intentar algunas puntuaciones.

1º: Qué es un autor
2º: Qué es el latinoamericanismo

“Desde el punto de vista semiótico, un autor es un operador eficaz capaz de establecer una función específica y singular en un universo dado de signos”1 (Albano, 2005).

Un escritor es alguien que –a partir de sus competencias lingüísticas- puede trascender sus expresiones subjetivas para lograr una inteligibilidad universal. Tolstoi decía “pinta tu aldea y pintarás el mundo”.  

¿Cumple Pichon-Rivière con esta premisa? Como sujeto creador de un texto encuadrado en un espacio-tiempo determinado, Pichon, a la vez que descubre nuevas instancias del psiquismo, tomando como punto de partida al psicoanálisis, va dibujando nuevas cartografías que -en relación a su audacia, su espíritu innovador, y su rigurosa observación del sujeto social- le permiten el salto dialéctico que se produce al pasar de la práctica del electroshock a la praxis del grupo operativo, como dispositivo corrector de las dificultades que se producen en los procesos de aprendizaje. O sea: de la práctica psiquiátrica a tono con el espíritu de la época, a una visión adelantada a toda teorización existente en el campo de la salud mental.

Interpreta los signos de la conducta manifiesta, arriesgándose a componer compases de una nueva música con características contraculturales, disruptiva, adelantada  al oído profesional epocal.


Por otro lado, Horacio González planteaba, al inaugurar este seminario,  lo dificultoso que resulta enlazar el latinoamericanismo: en efecto, la conformación de “lo latinoamericano” está atravesada por una multiplicidad de orígenes, lenguas y raíces étnicas e históricas, que tienen -tal vez- en el mestizaje un lugar común.

Un primer disparador: la asociación inevitable que me permitió enlazar la propuesta con la evocación de un libro de Jorge Gissi Bustos (2), psicólogo por la Pontificia Universidad Católica de Chile-, en el cual plantea que la literatura latinoamericana, representada por los cinco Premios Nobel (Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Octavio Paz, Miguel Ángel Asturias y Gabriel García Márquez  nacidos en nuestro continente (en la actualidad son seis, con Mario Vargas Llosa),[1] deben al mestizaje la expresión de una cosmovisión del mundo que representan, tan particular y a la vez tan universal.

Pichon no era mestizo: era ciento por ciento europeo. Pero tal vez, el doble desarraigo que padeciera en Europa (su nacimiento en Ginebra no lo acreditó como suizo, según las leyes de ese país) y en Argentina (como inmigrante de una cultura europea), haya tenido la impronta de un mestizaje, si no de sangre, seguramente cultural.

Su vida en el contexto de la cultura guaraní en sus primeros años, fue –además de un inevitable proceso de aculturación- la posibilidad  de integrar esa visión en uno de sus postulados clásicos: la coherencia entre el sentir, el pensar y el hacer.

Ese gajo injertado en un tronco mítico, prendió con la singularidad del sincretismo, que le permitió parir ideas fuerza como quien se abre camino a machetazos por el terreno virgen de una selva de ideas.

Como dijera Alejandro Scherzer “Pichon no hubiera sido quien fue, si no fuera por la cultura guaraní, con todas las relaciones fundantes que tuvo…esas marcas de infancia allí…”.

O, como expresara Zito Lema, “en la selva está el sueño…la palabra es el ser en acto y no en representación…”.

Pichon, al crear su dispositivo de grupo operativo, nos invita a bucear en lo obvio, a indagar en lo cotidiano, a tomar la expresión, lo manifiesto, e intentar ponerle voz a lo no dicho, a lo latente, lo que insiste, al nudo, al carozo del ser que permanece en la zona oscura de los miedos, esos miedos que se manifiestan como obstáculos en el proceso que lleva al objetivo, a la meta.
Nos propone una mirada crítica, reaprender lo mal-aprendido, o –como diría Bauleo- “se trata, como en el cine, de rodar de otra manera la historia grupal que estuvo implicada en nuestra vida cotidiana”(3) (De Brasi et alt,1990).
 Es en ese deuteroaprendizaje donde radica el proceso corrector, el que está al servicio del aprendizaje activo de la realidad.

Ese proceso innovador sólo podría darse en quien hace de la cercanía, de la alteridad, un motivo de vida. Así lo describió Joaquín Pichon-Rivière, cuando nos recordó la frase de Gabriel García Márquez: “la interpretación de nuestra realidad con esquemas ajenos, sólo contribuye  a hacernos cada vez más ajenos” o cuando planteó que Enrique fue descubriendo cómo la interacción con la cultura originaria del chaco correntino constituyó una dialéctica mundo interno- mundo externo, aportando a su identidad.  
O cómo, luego, fue generando un camino por Latinoamérica, transitado realmente  (Uruguay, Brasil) o dejando su teoría como marca subversiva a través de sus discípulos en Cuba, México, Perú, Chile, Colombia y El Salvador.
Testigos de la herencia de su obra son los Institutos pichonianos existentes  en Montevideo, Porto Alegre, San Pablo, Bahía y Brasilia; la carrera de Psicología con orientación psicosocial -que tiene, desde primer año el grupo operativo como dispositivo privilegiado- en la Universidad Luis Amigó de Colombia (Medellín, Bogotá y Montería), y las numerosas Escuelas de Psicología Social en más de 10 provincias argentinas, continuadoras de la Primera Escuela fundada por el Maestro y dirigida por Ana Quiroga; en las que sus discípulos, formados en un ECRO común -algunos de ellos con desarrollos teóricos propios- continúan aportando nuevas reflexiones a la vigencia del pensamiento estructural de Enrique Pichon-Rivière.

A lo innovador de su teoría, sumó artículos periodísticos de diverso tenor: analizando tanto los roles que se ponen en práctica en un partido de fútbol, por ejemplo, como el significado de la nocturnidad o el consumismo de la época.
Esa mirada crítica sobre el mundo global, habilitó el pensar en un sujeto atravesado por múltiples dispositivos sociales, artificiosos mecanismos de control y disciplinamiento, al decir de Foucault. Y, como esteta de nuevas lógicas, incluyó al surrealismo como paisaje interpretativo del advenir de nuevos planos significantes.

Fernando Fabris, (4), en “Pichon-Rivière, un viajero de mil mundos. Génesis e irrupción de un pensamiento nuevo”, cierra su exhaustiva investigación con frases que transcribo, que sirven como síntesis para pensar a Pichon como autor:
“El problema de la originalidad no es una cuestión menor….Lo necesario va haciéndose posible no sólo por el curso de la historia, sino por el papel que muchos hombres, e incluso algunos hombres particularmente, desempeñan en él. Éste es el caso de Pichon-Rivière, portavoz de su época y, a la vez, excepción. La tarea necesitada, la construcción de una psiquiatría y psicología vincular, social, operativa, histórica y concreta, fue proclamada por muchos intelectuales a lo largo del siglo XX pero por muy pocos hecha efectiva y quizás, por nadie con la potencia propositiva de Pichon-Rivière.”
Sin contar con la presencia pichoniana en Europa, que no es el motivo que nos convoca.

Para cerrar, y en relación al común denominador que expresaran los integrantes de las mesas respecto a la limitada prensa que ha tenido en el mundo el Dr. Enrique Pichon-Rivière, en relación a lo sustantivo y revolucionario de sus teorías y dispositivos, me permito narrar una anécdota que escuché hace años, de boca de un Embajador argentino que había estado acreditado en París. En una reunión en la Embajada Argentina en Francia, con motivo de la Fiesta Patria, le preguntó al Ministro de Cultura por qué Juan Domingo Perón tenía tan mala prensa en Francia. El Ministro se inclinó levemente y le dijo: Entre nosotros, Perón fue quien más daño hizo a nuestros intereses, al hablar de descolonización y Tercera Posición.

Sin forzar demasiado una comparación, diría que Pichon-Rivière fue el que más resistencia activa opuso a los colonizadores mentales, proponiendo una teoría propositiva de la autonomía y la libertad del sujeto, apelando a la creatividad, y considerando al arte como la herramienta que permite el pasaje de lo siniestro a lo maravilloso.



                                                     María del Carmen Barcia
                                                                   Psicóloga Social



















Bibliografía



(1) Albano, Sergio; Levit, Ariel; Rosenberg, Lucía: “Diccionario de Semiótica”. Editorial Quadrata. Buenos Aire, 2005.

(2) Gissi Bustos, Jorge: “Psicología e Identidad latinoamericana. Sociopsicoanálisis de cinco premios Nobel de literatura”. Ediciones Universidad Católica de Chile. Santiago, 2002.

(3) De Brasi, Marta-Bauleo, Armando: “Clínica Grupal, Clínica Institucional”. Atuel Ediciones. Madrid, 1990.

(4) Fabris, Fernando: “Pichon-Rivière Un viajero de mil mundos. Crisis e irrupción de un pensamiento nuevo”. Editorial Polemos. Buenos Aires, 2007































miércoles, 2 de noviembre de 2011

REDES SOCIALES

REDES SOCIALES

DOCENTE: MARÍA DEL CARMEN BARCIA


Cuando se habla de redes sociales, suele caerse en el error de generalizar el concepto a partir de las TICs (tecnologías de información y comunicación), que establece la más amplia posibilidad de interacción entre usuarios globales, estableciendo la inmediatez como condición peculiar de su uso.
En realidad, las redes sociales son un constructo sociológico que –en tanto recurso social-histórico- tiene como impronta el constituir un conjunto de relaciones significativas para el sujeto. Una primera característica, es, entonces:
La intersubjetividad. Esto se da en el marco de lo grupal, ya sea intra o intergrupal. La década del ’90 estuvo acompañada de múltiples operaciones donde se privilegió el mercado (económico y financiero) y se produjo el achique del Estado, tal como se lo conoció dentro de las propuestas keynesianas. Esto nos habla del abandono de la salud, la educación, la previsión social -entre otras instituciones- a manos privadas, sin intervención alguna del Estado ni control del mismo.
La pauperización, la desocupación o la subocupación, fueron consecuencia de la aplicación de esas políticas por los Organismos mundiales (Banco Mundial, Club de París) que se dio en los países emergentes y que (al momento de escribir esta clase, año 2011) está teniendo efecto también en países desarrollados, como EEUU, y otros de la Eurozona (España, Portugal, Grecia, entre otros).
En ese contexto, Argentina tuvo su estallido social en la crisis del 2001, pero puede rastrearse su origen mucho tiempo atrás. El stablishment medió sus políticas a través de las fórmulas de totalitarismo de Estado, en la figura –generalizada en América- de los gobiernos de facto, que ascienden al poder a través de los golpes del Estado, volteando gobiernos elegidos por el pueblo. En casi todos los casos, los medios de difusión gráfica y televisiva, fueron –en general- propulsores de las políticas golpistas.
La desocupación produjo un cambio en la subjetivación. Y, cuando decimos que la psicología social aborda la relación del sujeto con el orden socio-histórico como objeto-campo de su mirada, estamos hablando de complejidad. Hay una relación dialéctica y fundante entre el orden socio-histórico y la subjetividad, que se reenvían mutuamente, en un sistema de relaciones que se expresan en Instituciones: familia, justicia, trabajo, salud, educación.
Se dan entonces, representaciones sociales, pensamientos colectivos, mitos y creencias, que se entienden como IMAGINARIO SOCIAL.
Cornelius Castoriadis (1) dice que los imaginarios sociales pueden, radicalmente, crear sentido.
Divide el imaginario en RADICAL (corresponde a lo imaginante, creativo, INSTITUYENTE)
Y EFECTIVO (cristalizado, INSTITUIDO).

En la conformación del imaginario social, intervienen procesos de identificación, internalización, comunicacionales. Estos procesos se dan en los vínculos, en los grupos, en las instituciones, en la comunidad toda.

Hay un concepto nodal en Pichon-Rivière: nos habla de un sujeto de necesidades que se satisfacen socialmente.
Si en los grupos operativos, uno de los organizadores grupales es la TAREA, en los grupos sociales, un organizador es la institución del TRABAJO.
La posibilidad de cubrir las necesidades, está dada en la potencialidad que tiene el sujeto para crear instancias que le permitan que -en el encuentro sujeto-mundo-, la aplicación plástica de las TÉCNICAS DEL YO, que le posibiliten campear la crisis sin que se produzca su destrucción Coyca, pese a los efectos sobre la subjetividad que toda crisis arrastra.

Es tan grave la situación de pobreza mundial, producida por la aplicación de políticas de mercado, o sea, de políticas de hambre y exclusión, que en el año 1994, la ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD, (la misma que había definido la salud, no por la ausencia de enfermedad, sino por el estado de armonía psico-bio-social) utiliza un eufemismo para mencionar la pobreza, llamándola carencia, y definiendo la situación del nuevo orden mundial como CATÁSTROFE EPIDEMIOLÓGICA.

Es así como crece el padecimiento psíquico se expresa en diferentes formas: depresión, aislamiento, trastornos de pánico, trastornos alimenticios de orden psi, o desnutrición por falta de ingesta, alimenticia, consecuencia de la falta de recursos; violencia, individualismo, falta de solidaridad, destrucción del entramado social.
Este padecimiento, está íntimamente ligado a fragilidad subjetiva, el sujeto se siente un barrilete impulsado por el viento, sin posibilidad de dirigir su propia vida. La precarización laboral o la exclusión del campo laboral, traen también una situación peculiar: LA VERGÜENZA.
Esta vergüenza está dada por el discurso instalado desde el poder que desplaza la responsabilidad de la desocupación en el sujeto, negando mediante la desmentida sistemática (2). Al producirse este desplazamiento, el sujeto interioriza el discurso político, culpabilizándose por su situación, sin advertir los atravesamientos que el hecho conlleva.

Se altera la totalidad de la vida del sujeto frente a la crisis laboral, crisis que atraviesa todas las instituciones. La noción de ruptura del lazo social, que habla del desmembramiento del tejido de la sociedad, de las condiciones donde el otro se convierte en un enemigo, donde los vínculos se anulan, donde es imposible construir proyectos de vida. Si no hay proyecto, sólo hay pasado y presente, sin proyecto no hay futuro.
La crisis se expresa en todos los ámbitos, atraviesa todas las instituciones. En el terreno educativo, por ejemplo, trae como consecuencia: ausentismo de alumnos y docentes, descalificación de la autoridad, violencia escolar, falta de rendimiento escolar por desnutrición, etc.

En este verdadero desfondamiento del territorio educativo (3) al decir de Silvia Duschatzky, …“produce una guerra silenciosa de todos contra todos…, va inoculando modos do constitución basados en la expulsión de cualquier elemento que amenace la propia existencia”.
La cuestión social se funda en la otredad, y si “el otro” es amenazante y se lo excluye, “Irrumpe en este contexto ese sujeto inesperado, constituido en un padecimiento de no pertenencia a un todo social” (4) al decir de Alfredo Carballeda.
Elina Dabas (5) plantea que –a veces- los programas sociales hacen énfasis en la ruptura del lazo social y en la carencia de proyectos de las personas, como si fuera un problema individual del cual son culpabilizadas. Esto hace que –a veces- en los programas se condicione su inclusión desde un lugar de desconocimiento, estigmatizando al sujeto, impidiéndole ser actor y hacedor de su destino. Se produce el aislamiento del sujeto, con el sufrimiento psíquico que se deriva de esa exclusión.

Esta situación impide –también- la visibilización,  de las REDES SOCIALES.
Dabas plantea que la red social implica un proceso de construcción permanente, tanto singular como colectivamente, que puede pensarse como un sistema abierto, planteado en una multiplicidad de espacios, que interactúa en forma permanente, cuya estructura es HETERÁRQUICA (es decir, con una multiplicidad de jerarquías), lo opuesto a relaciones AUTÁRQUICAS.
Este intercambio dinámico se va tejiendo a través de los actores de un colectivo con los de otros, potenciando los recursos y creando instrumentos novedosos que favorezcan ese entramado.
Así, familia, escuela, equipos de trabajo, ONGs, Hospitales,  Centros comunitarios pueden compartir desarrollos y aprendizajes que mejoren la calidad de vida.
Compartir produce una sinergia que facilita la multiplicación de recursos.

Esta emergencia de nuevas formas de socialidad, permite la recuperación del poder a los actores sociales, el reposicionamiento de los sujetos frente a las instituciones, lo que produce la seguridad ontológica de la que hablaba Durkheim (6).
A partir del 2003 comienza a modificarse lo endeble social. Se gestionan políticas de inclusión, lo que hace a mayor calidad democrática, y la sociedad argentina, cuyos vínculos estaban desvitalizados por la fragmentación producida por minorías aisladas, por sombras humanas carentes de todo protagonismo social, comienza a tener una esperanza de vida; visibiliza esta fragmentación, y se sensibiliza frente a estas problemáticas, en la medida en que es escuchada la voz de la necesidad popular.

“La intervención en red es un intento reflexivo y organizador de esas interacciones e intercambios, donde el sujeto se funda a sí mismo diferenciándose de otros.” (Dabas)
Veamos lo que ocurre con las redes sociales en Internet: podríamos hacer una lista sobre las bondades de la tecnología en su función relacional: las redes propician contactos afectivos (búsqueda de gente que comparte intereses sin fines de lucro, por ejemplo). Impactan en la subjetividad de forma similar a las redes sociales de sostén, pero, sujetas como están a la fugacidad e instantaneidad, tan pronto pueden aparecer como desaparecer, en un “como si” que –en el mejor de los casos- puede llegar a buen puerto.
La conectividad y la híper-conectividad, no garantizan la comunicación y la calidad de los vínculos. Sin embargo, pese a las críticas, evita el aislamiento de gente que encuentra en Internet su único contacto con el afuera.  “Intervenir en una red social empieza por hallar allí otros con quienes compartir nuestros intereses, preocupaciones o necesidades y aunque no sucediera más que eso, eso mismo ya es mucho porque rompe el aislamiento que suele aquejar a la gran mayoría de las personas, lo cual suele manifestarse en retraimiento y otras veces en excesiva vida social sin afectos comprometidos”. (Dabas)
“Se le llama nodo en la ciencia y otras disciplinas, al punto real o abstracto en donde se reúnen las distintas partes de una conexión para comunicarse entre sí”. (7)

En las redes sociales se utiliza el término nodo para explicar los fenómenos que ocurren mediante un agente vinculante.

Así, por ejemplo, si tomamos un mapeo o cartografía de la salud en una comunidad determinada, estaremos estableciendo puntos de sinergia en los que convergen las familias, las relaciones comunitarias, las escuelas, las amistades, las empresas, las organizaciones hospitalarias, las salas de prevención, las sociedades de fomento, etc., trabajando en forma mancomunada para la prosecución de objetivos estratégicos.
El mapeo permite hacer un relevamiento del funcionamiento de la red, del estado de cosas en un sistema referencial geográfico determinado.

El nodo permitirá la comunicación interactiva entre esas diferentes organizaciones, y –a partir del mapeo situacional- podrán generarse estrategias para llegar más eficazmente a todos los actores de la red.

Un ejemplo de trabajo en red es el que se desarrolla en el Borda: un nodo constituido por la Radio La Colifata, Los Molineros del Borda, los trabajadores de Salud Mental, las casas de externación, etc.
Otro ejemplo significativo se dio durante los cambios de organización del Estado mencionado anteriormente, cuando a la pobreza se le respondió concretamente con la organización del Club del Trueque, cuyo nodo central estuvo ubicado en Bernal (en la antigua Fábrica La Bernalesa), con un entramado en red que abarcó todo el país.  Apostaba a una economía alternativa al sistema formal de consumo y producción de bienes: autosuficiente, basado ene l intercambio, basado en una interacción (vínculo) entre el objeto de la necesidad y su adquisición, muy novedosa. Recordemos que la noción de vínculo es una tríada en relación dialéctica.
La propuesta argentina comenzó a trabajar en los años ´95, con un crecimiento sostenido que abarcaba desde el canje de servicios de odontología –por ejemplo- por determinada cantidad de carne, verduras o lo que fuera, hasta dar respuesta a otras problemáticas más complejas referidas a la ecología, la energía eólica y la defensa del medio ambiente, como el reciclado de materiales no perecederos, o la creación de huertas orgánicas.
Crearon una moneda social, basada en créditos de intercambio, (1 crédito equivalía a un valor nominal determinado); lo que permitía a los integrantes de la red  ofrecer sus productos tangibles o intangibles (sus saberes, por ejemplo), a cambio de otros que fueran de su necesidad. Este sistema favorecía la autoestima del sujeto integrado a la red, ya que la unión de personas con problemáticas similares y la posibilidad de autoabastecerse a través del entramado de la red, les proporcionaba identidad, que se diluye en situación de crisis.
Resumiendo: la red social es un dispositivo de intervención que favorece la sinergia de recursos, potenciando la acción y reinstalando la trama de relaciones sociales que sostienen la fortaleza yoica.

María del Carmen Barcia.





NOTAS

(1) CASTORIADIS, CORNELIUS: “La institución imaginaria de la sociedad. Vol 2. El imaginario social y la institución.” Tusquets Editores. Buenos Aires, 1995.
(2) QUIROGA, ANA: Conferencia: “Psicología Social y Crisis” dictada en la Universidad Maimónides, el 17/09/2004.
(3) DUSCHATZKY, SILVIA: “Maestros errantes. Experimentaciones sociales en la intemperie”. Paidós. Buenos Aires, 2007.
(4) CARBALLEDA, ALFREDO J.M.: “Los cuerpos fragmentados: la intervención en lo social en los escenarios de la exclusión y el desencanto”. Paidós. Buenos Aires, 2008.
(5) DABAS, ELINA NORA: Red de Redes. Prácticas de Intervención en Red. Ed. Paidós. Buenos Aires, 2004.
(6) DURKHEIM, ÉMILE; Las reglas del método sociológico. Fondo de Cultura Económica. México, 2001.
(7) www.definionabc.com/tecnologia/nodo.php-México

martes, 18 de octubre de 2011

INSTITUCIONES I

INSTITUCIONES I
DOCENTE: María del Carmen Barcia

Desde la Psicología Social, decimos que en el sujeto co-existen tres dimensiones: psico-bio-social. Sabemos que, mediante los procesos de socialización (primaria, secundaria y terciaria), el ser humano transita su aprendizaje como sujeto de la cultura. Pichon establece los ámbitos en que la conducta humana se despliega: psicosocial, sociodinámico, institucional y comunitario. No sólo está en interrelación con otro (s), sino que está inmerso en un entramado de relaciones. Ese entramado de relaciones que componen la sociedad, se le presenta al sujeto a través de la mediación de las instituciones. La familia, como la primera institución. La institución de la salud, de la educación, de la alimentación, de la justicia, del deporte, etc. Todas ellas, atravesadas por las variables tiempo y espacio.

Estas pautas se dan en tres niveles: biológico (higiene, alimentación, conductas corporales, etc); afectivo (sentimientos permitidos en determinado contexto) y cognitivo (prejuicios, ideas, conocimientos, creencias).

Las instituciones son pautas y normas instituidas, que organizan la vida social.

Si bien tienen carácter universal, estas pautas y normas tienen las peculiaridades de lo epocal y lo espacial.  

Ahora bien ¿cómo nace una institución?

  • Supongamos un nativo isleño, miembro de una tribu determinada. Cuando el alimento escasea, se plantea desplazarse hacia otra isla en busca de comida. Necesitará construir una canoa. Al principio, imaginará cómo hacer la embarcación. Prueba atar troncos con lianas, busca la madera que mejor flote, intenta ahuecar un tronco, tiene múltiples experiencias fallidas hasta que da con la manera más adecuada para llevar a cabo su objetivo.
A partir de ese momento, aplicando la experiencia, va a obviar todos los pasos innecesarios para construir su barcaza. De ese modo, ha instituido una práctica. El proceso culmina, fijándose a través de normas, valores y un lenguaje.


1) NECESIDAD         (lo motiva a imaginar una acción)        
2) HABITUACIÓN     (ritualiza la práctica)
3) OBJETIVACIÓN   (la externaliza)
4) INSTITUCIÓN     (prescribe un modo de comportamiento)

Este ejemplo habla de una materialidad. Sin embargo, toda práctica conlleva un proceso similar. Las instituciones son construcciones culturales que organizan la vida social. También establecen un control social, por lo cual fija los márgenes de qué deben hacer los individuos para pertenecer. Toda institución propone normas e impone sanciones a quienes las transgredan.
La institución ligada a la religión, por ejemplo, es anterior a la institución ligada a la política. Recién en el Renacimiento se liga a formas políticas.
A través de los siglos, se le atribuyó un origen natural o divino a las instituciones. Más acá en el tiempo, Montesquieu, en 1750 (“El espíritu de las Leyes”) analiza las instituciones racionalmente. Se ligan al Derecho.
Se determina el origen humano de las instituciones: VOLUNTAD O RAZÓN. La Revolución Francesa y la Americana instituyeron nuevas formas de organización social. Las instituciones son pasibles de ser modificadas, recreadas o creadas según el tiempo y el espacio.
La institución de la mántica (mancia), por ejemplo, da origen a la institución médica.
En un momento, las instituciones estaban ligadas al discurso filosófico clásico, que no discierne saberes específicos, luego a formas jurídicas (“reglas concretas de actuar”): “cómo debe expresarse la verdad”.
Pensemos por un minuto en la institución de la esclavitud. Durante siglos, fue una práctica común. Cuando la necesidad de la sociedad industrial hace onerosa la manutención del esclavo, se lo libera, convirtiéndolo en una pieza más del engranaje productivo. Se suma a ello los idearios libertarios y el relativismo cultural.

Las nuevas generaciones, a través del proceso de socialización primaria (en la institución familiar) y secundaria (la escuela y otras instituciones) van interiorizando esa trama de relaciones sociales, convirtiéndolas en propias. Así como el sujeto social es un agente reproductor de las instituciones sociales (la “mismidad” de que hablara George H. Mead), también pone su cuota de creatividad (el “Yo”), por lo cual no todo se repite de igual modo (con lo cual la sociedad permanecería invariable). Somos, a la vez, reproductores y productores de la cultura. Esto indica el grado de influencia de la interacción, que predetermina los esquemas de comportamiento.

Así, la instancia INSTITUYENTE (creativa, dinámica) opera sobre lo INSTITUIDO, promoviendo su modificación.
LA INSTITUCIÓN INCLUYE LA DIMENSIÓN INSTITUYENTE.                                                      
 
Desde el método dialéctico que utiliza la Psicología Social, esto se ve claro:

UNIVERSAL (TESIS)       (momento +) LO  INSTITUIDO
PARTICULAR (ANTÍTESIS)    (momento -)  LO INSTITUYENTE
SINGULAR   (SÍNTESIS) (neg de la neg: afirmación) INSTITUCIONALIZACIÓN


Si apelamos a un ejemplo conocido por todos, tomemos el caso de Cuba.
Hasta el año 1959, gobernaba Fulgencio Batista. (LO INSTITUIDO)
Se produce la Revolución, con Fidel Castro a la cabeza. (LO INSTITUYENTE).
Fidel toma el poder, y esa revolución se cristaliza (INSTITUCIONALIZACIÓN)
Surgen los “Contras” en el exilio, convirtiéndose en un movimiento INSTITUYENTE, que hasta la fecha, no logró institucionalizarse.

Toda institución produce su propia contradicción. Este juego dialéctico se da permanentemente, el mismo fenómeno conlleva la contradicción en sí mismo. Toda institucionalización niega el proceso instituyente, y apela a formas instituidas previas para mantenerse. (matrimonio/concubinato, por ejemplo).

Si bien hay una diferencia entre “institución” y “organización”, suele englobarse a las organizaciones singulares concretas (según Sartre) con el nombre genérico de Instituciones.

Tomemos la institución de la salud, por ejemplo.

UNIVERSALIDAD: Salud (prácticas que apuntan al cuidado del cuerpo y la mente)
PARTICULARIDAD: (Diferentes modalidades en que se expresan dichas prácticas: en forma pública o privada, en diferentes especialidades, etc.)
SINGULARIDAD: La organización (con nombre y apellido): Hospital de Clínicas.

Institución: Justicia
Organización: Juzgado Laboral Nº 4.

Las organizaciones corresponden al modelo de racionalidad legal. Max Weber (MODELO BUROCRÁTICO RACIONAL). Determina con precisión los ámbitos de los agentes. Surgen contemporáneas a la forma de producción capitalista. En ellas se definen misiones y funciones: hay entonces tareas y actores.
Como psicólogos sociales, pondremos la mirada en el vínculo entre los actores y las acciones. Y, al entrar al terreno institucional, observaremos si la finalidad para la que fue creada la organización, se condice con los hechos. O sea: que se exprese con coherencia.
Un ejemplo: si van a abordar una organización que trabaje con discapacitados, y vemos que no hay una rampa de entrada, eso ya nos está diciendo algo importante.

                         EDUCACIÓN: 

                         Sistema de asistencia, registros,
       Acciones:   conducta, métodos de enseñanza,                         
                         evaluación, ideología, etc.



       Actores:   Docentes, alumnos, directivos,                             
                        auxiliares, inspectores, etc.


En las organizaciones se articulan los temas del status y el rol.

El status corresponde a la estratificación: es la posición que se ocupa dentro de una unidad de análisis determinada. (Relacionado con el prestigio y la autoridad). Cuando no es así, se da  el caso, por ejemplo, de determinadas jerarquías que no se constituyen en ejemplo a seguir, y generan malestar en los subalternos.
El status puede ser adquirido o por adscripción. Este último tiene que ver con lo biológico, filtrado por la cultura (Madre, inmigrante, por etnia, etc.)

El rol, tema familiar para los psicólogos sociales, se refiere al papel desempeñado, a pautas de conducta que se dan por asunción y/o por adjudicación. Refleja el orden institucional.

Estas instancias están directamente ligadas al tema del PODER, que los atraviesa. Michael Foucault en “Vigilar y Castigar” plantea que la vida es un largo proceso de disciplinamiento, y llama a las instituciones lugares donde se manifiesta el CONTROL SOCIAL.
Diferentes instituciones tienen en común el tema de la disciplina, su función es disciplinar los cuerpos, controlar. Los controles externos “Panoptismo” que Michael Foucault ubica en las sociedades disciplinarias, como técnica de individuación y masificación, pasan a estar dentro del mismo individuo. Se está entrando en una sociedad de control (Gilles Deleuze: “Conversaciones”).
Tan naturales se ven las normas, que los sujetos se constituyen en agentes de control social. Las sociedades actuales han abandonado paulatinamente el orden disciplinario para transformarse en sociedades de control, donde el sujeto se halla autocontrolado, y los mecanismos ya no son panópticos, como los descritos por Jeremy Bentham, sino que también funcionan en los espacios públicos, con sofisticados métodos tecnológicos (tarjetas magnéticas, cámaras de filmación, control de Internet, localización mediante sistemas de rastreo, celulares, etc.

Esta naturalización, que en sociología recibe el nombre de REIFICACIÓN, impide visibilizar la construcción social de determinadas prácticas. La pobreza, la marginación se nos presentan tan habitualmente, que no pensamos en cómo se ha construido históricamente la pobreza.
Deleuze plantea que el capitalismo promueve la exclusión: esta última no es, al decir de este autor, aleatoria o azarosa, sino que está inscripta en su misma política.
La globalización sería una forma de reproducir a nivel informático y comunicacional, el modo de producción capitalista, el vehículo por el cual transcurre esta ideología.

HISTORICIDAD Y CONTROL SON LOS RASGOS PROPIOS DE CADA INSTITUCIÓN.


Las instituciones imponen maneras de ver el mundo, Cuando ejercen coerción por encima de los valores o la identidad de los actores sociales, son resistidas.

PIERRE BOURDIEU  define como violencia simbólica” a la imposición del orden de los signos. Al respecto, dice: “todo poder de violencia simbólica que logra imponer significaciones como legítimas, disimulando las relaciones de fuerza que constituyen el fundamento de su fuerza”.

Lo que obstaculiza la formación de nuevas formas institucionales, es lo instituido que se oculta a la percepción. A veces, la institución se manifiesta de manera desplazada.
Visibilizar la presencia de lo instituido allí donde no se lo sospecha, requiere de una teoría de las instituciones. El Análisis Institucional se inscribe en esta visión.

Por ejemplo: la gestión de conocimientos en la Universidad, se rige por motivos políticos. Hay una organización de la institución del saber que se presenta en forma desplazada.
El actor social está –en las instituciones- atravesado por instancias contradictorias: por un lado, ellas le proveen de una cierta estabilidad, organización de ciertos hábitos de comportamiento, producen “economía psicológica”.
Por el otro, y como factores negativos, al auto disciplinarnos, se coarta la creatividad, disminuyendo la capacidad crítica por efecto de la habituación.

RENEÉ KAËS, aporta una perspectiva psicoanalítica de la Institución. Él dice que nuestro pensamiento está instituido. La institución –además de una realidad social- es una realidad psíquica. Cuando pensamos a la institución ¿quién piensa? ¿El sujeto o la institución? Somos hablados por las instituciones que nos atraviesan. Kaës piensa al psiquismo como una construcción institucional. Llama a esto, la 4º herida narcisística.
El inconsciente. del hombre no le pertenece, sino que le pertenece a la CULTURA. Plantea que cada generación, deposita objetos en el INC. de la otra/de los otros.
Habla de un aparato psíquico grupal: se produce un proceso donde se resignan deseos en función de pertenecer, y nos beneficiamos de la pertenencia.
Resignamos NARCISISMO, se constituye un aparato psíquico intermediario, que es una instancia grupal. Esa formación intermediaria es a la vez subjetiva y grupal/institucional.
Con el ideal del yo pasa lo mismo: es del niño pero es también de los padres.
LACAN  hablará de extimidad, como la conformación de la subjetividad donde lo interno-lo externo difuminan sus fronteras.

En las instituciones concretas se vuelve a reproducir la misma situación: el INC. de esa institución es nuestro y no es nuestro.

La institución articula un discurso que intenta sostener el contrato y enmascarar las posibilidades de concretarlo.
El sujeto sufre porque no recibe lo que la institución le prometió y –además- esto está velado: cae bajo un pacto de negación (Complemento contrario del contrato narcisista, a la manera de un secreto familiar).

Cuando nos acercamos a las distintas organizaciones que tomamos como campo de observación, es menester trabajar nuestra propia implicación. Como sujetos, hemos sido interpelados por determinado aparato ideológico: la ideología (conjunto de ideas y representaciones del mundo) opera como aparato homogenizador, velando la presencia de los segmentos que componen la organización.
La implicación  (etimología tributaria de una metáfora textil: <plicus> (algo que está en los pliegues) alude a la relación consciente o inconsciente que los actores tienen respecto de una institución. LOUREAU trabajó el tema de la implicación.
La sobreimplicación supone que hay un sujeto autocontrolado, autorregulado. Poner todo al servicio de la organización.

Desde que nacemos (la madre instituye al niño) las instituciones nos atraviesan. No podemos evadirlas ni aún en la muerte: el cementerio, los trámites que acompañan a esta institución, se harán presentes.
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BIBLIOGRAFÍA
“El imaginario social” Cornelius Castoriadis-Eduardo Colombo. 
“La Institución y las Instituciones” Reneé Kaës.
Vigilar y Castigar” Michael Foucault.
“El Panóptico” Jeremy Bentham.
“Rizoma” de Para-textos. Deleuze-Guattari
Foucault-Deleuze-Lacan”: Una política del discurso. Hernán García Hodgson.
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METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN - Trabajo en campo

METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN
TRABAJO EN CAMPO – 4º AÑO
DOCENTE: MARÍA DEL CARMEN BARCIA



“El método es una cuestión de procedimientos, no de hacia dónde avanzar sino de cómo hacerlo”.        José Ferrater Mora (Filósofo español 1912-1991)


Cuando hablamos de método, aludimos a un conjunto de procedimientos que permiten optimizar los recursos de que se dispone para acceder a entender analizar o transformar una realidad determinada.
El método no garantiza la obtención de resultados, sino que muestra el camino de acceso.
Los métodos suponen la aplicación de diferentes técnicas. Estas técnicas estarán al servicio de obtener el objetivo buscado. En tercer año vieron las características del Método Científico, implementado por Wilheim Wundt en Psicología, y modificado para ser aplicado en Ciencias Sociales, excluyendo la experimentación y sustituyéndola por la contrastación de la/s hipótesis con la realidad.
Ejemplo de métodos son el analítico y el sintético. Mientras el primero parte de situaciones particulares para llegar a la generalización, el segundo va de lo general a lo particular.
La metodología no es una sumatoria de técnicas, y no necesariamente servirá la misma metodología para la investigación de diferentes problemas. Por ejemplo: un método puede ser válido para aplicarse en una dimensión microsocial (como en el caso del Trabajo de Investigación de 4º año), pero no para estudiar la problemática de una provincia o un país (dimensión macrosocial).

El método no sólo se utiliza en la etapa diagnóstica de un contexto dado, sino que facilita la planificación de la acción, si sus pasos fueron los adecuados.

Si bien no hay una “receta” metodológica, y nuestra práctica alude a una praxis (por lo tanto, un proceso recursivo donde la práctica va determinando la reflexión sobre la teoría y la misma práctica, es decir, su síntesis dialéctica), cuando un método ha probado ser eficaz en un campo determinado, podrá aplicarse en tanto mantenga su utilidad. Si hubiera perdido eficacia, se actualizará la metodología, buscándose otras formas procedimentales y  de abordaje. Por otro lado, hay que tomar en cuenta que si el Psicólogo social pondrá la mirada en el vínculo entre los actores y el objetivo que sea la finalidad de la institución, estamos hablando de un contexto socio-histórico. Como tal, cambiante.
Se debe a Kant, el concepto de mediación que se  establece que entre sujeto que mira y el objeto mirado (o sea interioridad y exterioridad, o mundo interno y mundo externo): el que  media es el percepto del sujeto. Entre el sujeto que percibe un objeto del mundo externo, y su incorporación a su mundo interno, se produce un pasaje "fantaseado" por una lente óptica virtual, que hace que la imagen percibida no sea la misma que la que se encuentra en el plano de lo real. Esta lente (metafórica) distorsiona la imagen.; proceso  sustentado en las matrices de aprendizaje, ideologías, prejuicios, etc, que conforman el bagaje de comportamientos del núcleo primario. Este mecanismo distorsivo hace que no veamos las cosas “en sí” sino “en mí”, no veo al otro como es, sino como puedo verlo en razón de lo dicho anteriormente.
Esta forma de subjetivación, era totalmente válida en la época disciplinaria, constructo desarrollado por Michel Foucault, donde los procesos de socialización (primaria, secundaria y terciaria) producían un sujeto característico. El ojo omnisciente del panóptico de Bentham; las instituciones propias del sistema de disciplinario (cárcel, hospital, cuartel y fábrica).
En la época de la globalización mediática, era de las TICs (tecnologías informáticas y comunicacionales), se pasó de la disciplina al control, y de éste al autocontrol. Los sistemas informáticos y comunicacionales, requieren ya no una estructura molar, sino molecular, de ahí la fragmentación social que se produce aceleradamente luego de la caída del Muro de Berlín y la instalación del Pensamiento Único en el imaginario social, cada vez más global y menos local. Los límites se esfuman, los territorios sólo conservan sus fronteras simbólicamente, la desterritorialización, la fugacidad y la velocidad son signos de los tiempos. El sistema global, como tal, necesita objetos y no sujetos; individuos que puedan interconectarse pero no comunicarse (a mayor interconectividad, menor comunicación), como forma de lograr el propósito de CONSUMIR CONSUMO. No importa qué, la propuesta de lo efímero, la fugacidad y la obsolescencia de los productos lleva al ser humano que puede, a comprar indiscriminadamente. SER vs. TENER.
Ahora, la mediación entre sujeto y objeto, está dada POR LA MÁQUINA.
Esto presupone una modificación en la forma de subjetivación, porque la IMAGEN, al estar mediada por la tecnología, propone al individuo (nunca tan bien llamado) a través del contacto, que “lo que se ve, es real”; a través de la computación puede editarse, hacerse montaje, crear realidades. La realidad, en la época mediática, es una construcción mediática.
A este hombre, el hombre del SIGLO XXI, entonces, irá puesta la mirada psicosocial.
Por lo tanto, si el método (los pasos procedimentales) no fueran los adecuados para realizar la investigación psicosocial, habrá que buscar otros que faciliten el diagnóstico institucional y situacional.
Para el abordaje del problema (situación, colectivo a investigar, institución o grupo), una herramienta fundamental para la investigación y análisis, será la aplicación del ECRO pichoniano; pero no la única. Los conceptos teóricos de los autores que se han visto en el decurso de la carrera, aportarán lo suyo.  Freud, Lacan, Mead, Lewin, Bion, Anzieu, la Escuela de Comunicación de Palo Alto, la Teoría de los Grupos (desde Sartre a Romero), la Teoría de los Discursos Sociales,  acudirán en ayuda de los grupos de investigación, fundamentando el análisis.   
Una de las características del Trabajo es la obligatoriedad de su aprobación como condición de promoción.

Es conveniente que, previo a la elección del objeto-campo a investigar, los subgrupos realicen una exploración sobre posibilidades, temas que interpelen su interés, situaciones que les parezcan pasibles de ser estudiadas en profundidad. Este paso previo puede realizarse conversando con la gente, preguntando sobre problemáticas o temas sociales preocupantes, explorando datos en los periódicos locales, etc.

Este paso constituye el análisis situacional exploratorio, y de esta exploración podrá surgir o no la viabilidad de la operación psicosocial. A veces, el costo económico o el tiempo, son factores que pueden entorpecer la posibilidad del trabajo. En este momento, uno de los aspectos más inmediatos, es el conocimiento de las características geográficas y topográficas, calles, avenidas, vías de acceso, origen del barrio, infraestructura de servicios (agua, asfalto, cloacas, luz, gas, medios de locomoción). Las organizaciones -gubernamentales o no- que estén en la zona; la relación del vecindario con las instituciones salud, educación, recreación, comunidades de diferentes orígenes, etc.

El análisis situacional presuntivo, surge cuando se presenta una comunión entre motivaciones subjetivas y objetivas para realizar la tarea. Aún los datos no han sido verificados por el operador, pero hay una aproximación a la problemática a través de fuentes (que pueden ser varias y de distintas características) que operan como motor de la elección.
En este paso el operador, además de su conocimiento empírico sobre el segmento de realidad escogido, va a buscar bibliografía comparativa, verificar los datos recogidos.
Ya en este momento, una vez decidido el objeto-campo en el cual  el equipo de investigación realizará la operación psicosocial, habrá que hacerse unas preguntas:

  • ¿Qué se quiere investigar?
  • ¿Por qué? ¿Qué nos motiva?
  • ¿Qué relevancia social tiene la investigación?
  • ¿Qué queremos conocer?

Este momento habilita al equipo a acotar (hacer el recorte) la realidad para que sea factible intervenir; focalizar para que se ilumine la problemática y pueda “hablarnos”. Se elabora la hipótesis previamente a la recolección empírica de información. Esto hace que, una vez analizados todos los elementos obtenidos en el paso siguiente, la hipótesis pueda ser ratificada (o sea, comprobada científicamente) a través de la aplicación teórica a lo observado; o bien, negada por los resultados de la investigación.
Lo que NO puede hacerse, es rectificar la hipótesis si no se comprueba la misma. Entonces, la elaboración de la misma, debe ser un trabajo serio del equipo, para lo cual pondrán en juego el marco teórico de la psicología social, sin apelar a nociones extrañas a la disciplina, o pertenecientes a los saberes vulgares. Una hipótesis es una pregunta que el recorte de la realidad que he construido como objeto de investigación, me hace. Cuando se enlazan los interrogantes y surge un supuesto como explicación, ahí tengo la punta para su elaboración.

Una vez determinado el qué, es el momento del cómo.

Y el cómo, es la pregunta por las técnicas que se van a utilizar para recabar los datos (Watzlawick, el autor de la Teoría de la Comunicación Humana”, dice que los datos no son datos, sino captos; esto es: lo que mi percepción me permite aprehender de la realidad). Éste es el motivo por el cual el trabajo se realiza en subgrupos: hay mayor posibilidad de objetivación cuando la mirada es múltiple.

                                        LA ORGANIZACIÓN ELEGIDA

La entrada al terreno institucional es un tema de suma relevancia para ser reflexionado. La institución antecede al sujeto tanto lógica como cronológicamente, como expresa Reneé Kaës, por lo tanto, es causa del sujeto psíquico.
Cada uno de los miembros del equipo de investigación tendrá, en su conformación subjetiva, una idea acerca de las instituciones que atravesó y atravesaron por él. Por lo tanto, al igual que los actores institucionales, tendrán una singular implicación institucional.
Lourau dice que la implicación institucional es “el conjunto de las relaciones, conscientes o no, que existen entre el actor y el sistema institucional”. Cuando participamos en un  una institución, se naturaliza la existencia de la misma, por la cercanía que supone estar en ella. Así, queda velado a los ojos de los actores, situaciones particulares (sectarismo, discriminación, rechazo a la autoridad, autoritarismo, etc) que hacen que éstos sean hablados por la institución y no tengan voz propia. Más adelante se profundizará sobre este tema. El operador externo, al carecer de esa cercanía, estará en condiciones de poder objetivar (relativamente hablando) los fenómenos que se le presentan.
Cristian Varela plantea que las instituciones pueden tener una actitud de total apertura al equipo investigador, o -pese a haber manifestado su acuerdo- oponer múltiples excusas al momento de las entrevistas, o bien, negarse abiertamente. Son éstas actitudes defensivas de las autoridades: es difícil admitir que alguien del mundo exterior pueda conocer la “cocina” de la institución. Habrá que ver –también- cuándo la retórica institucional enuncia realidades contrapuestas. Por ejemplo: si una institución fuera de integración a los discapacitados, y al llegar vemos que no hay rampas o ascensores que faciliten la entrada al colectivo causa de su creación, no hay mucho que pensar para poder evaluar esa situación. Las fantasías persecutorias, depresivas o de otro tipo, pueden darse tanto en el equipo de investigadores, como en las autoridades de la institución de la que se trate o de la población que es su razón de ser.

                                     CONTACTO DE APROXIMACIÓN

Ya estamos en el terreno del análisis situacional participativo. Para que éste se produzca, y antes de hacer la entrada al terreno institucional, es menester una aproximación táctica (que puede ser telefónica) con la/s autoridad/es de la institución, para explicar los motivos de la llamada, interesarlos en la elección, y solicitar permiso para una entrevista personal.
En tercer año ya han visto la técnica de la entrevista, por lo cual no profundizaremos en ella, pero sí mencionaremos que pueden entrevistarse distintos actores, si así se los permiten.
Esto posibilita confrontar informaciones, entrecruzar datos o informarse acerca de la/s ideología/s, valores y normativa que conforman el imaginario de la Institución. Si se utilizaran encuestas, al ser éste un método cuali-cuantitativo, es necesario realizar el procesamiento de esos datos estadísticos.
El trabajo final será una investigación de tipo cualitativa, cuyo recorte (microsociológico) va a resultar en un diagnóstico psicosocial, que no necesariamente podrá ser generalizado y aplicado, como se dijo anteriormente, a cualquier campo.
La entrevista tendrá por objeto obtener datos de primera mano de los actores institucionales: pueden ser directivos, personal de staff. Se obtiene información mediante los informantes clave o los grupos focales.
Al apelar al método etnográfico propio de la antropología, la observación, en nuestro caso, silente, (técnica regia que se realizará según los cánones aprendidos en la carrera), se tomará el registro de crónica, en forma escrita y textual. He aquí la técnica regia de la investigación socio-antropológica. Malinowski fue quien describió los dos tipos de crónica: caliente (es la que levantarán in situ) y diferida (que no será utilizada por nosotros). En ocasión de investigar comunidades aborígenes (“Los argonautas del Pacífico Occidental”); Bronislaw Malinowski se integraba a la vida cotidiana comunitaria y al final del día -en soledad- hacía la crónica de lo acontecido, apelando a la memoria, e incluyéndose como uno más en la experiencia. A esto se le llama crónica diferida.
Al ser la observación de tipo silente, levantarán la crónica (individual), tratando de textualizar lo expresado por los actores, tomando también nota de los gestos, posiciones, movimientos, ruidos del entorno, descripción del lugar, elementos simbólicos, etc.
Las REGLAS DEL ENCUADRE y LOS SOPORTES DE LA FUNCIÓN serán desplegados en la operación psicosocial; se explicitará a los responsables a cargo que el equipo trabajará con el principio de DISCRECIÓN y que, en su condición de alumnos, no harán ninguna devolución a la institución.

Temas relevantes a tomar en cuenta:

  • Cuáles son los objetivos que persigue la institución (educativos, recreativos, etc)
  • Misiones – Funciones- Personal – Población afectada– Grupos – Status- Roles
  • Programas- Duración- Horarios de actividades de la Institución
  • Cronograma de las actividades (tomar en cuenta el calendario institucional para organizar el del equipo)
  • Análisis espacial- significantes emblemáticos – relevancia o no de los lugares- accesibilidad en función de discapacidades
  • Análisis de la implicación de los actores. En el caso del subgrupo de investigación, evitar analizar espacios donde estén sobreimplicados.
  • Visualización de obstáculos en la relación grupo/tarea.

Cuando un trabajo está bien estructurado, se advierte la articulación entre la lógica institucional y la lógica metodológica instituida.
La secuencialidad debe encadenar las situaciones observadas con fluidez narrativa, es por eso que la escritura es un factor importante en la presentación del trabajo, que tiene que poder aportar algo nuevo al conocimiento psicosocial.
Analizar el contexto exhaustivamente, recordar que toda situación tiene un encuadre epocal, -por lo tanto socio-histórico-, que su validez y vigencia responden al momento en que la investigación es llevada a cabo. Esto es útil en el caso que un grupo quiera continuar la investigación que dio origen al trabajo de observación en campo de tercer año, si supieran que situaciones disruptivas modificaron la realidad situacional investigada.
Carlos Matus  interpreta la situación* como aquel recorte de la realidad social que en un espacio y tiempo determinados contiene la problemática a analizar y se constituye en el escenario donde se desplegarán las acciones que se planifiquen. Al respecto, agrega que:


La situación es todo aquello que es relevante para la acción. La situación es condicionante del actor y de la acción, y la acción de los actores es eficaz en la construcción de la situación”.

El recorte de la realidad debe estar focalizado en la RELACIÓN ENTRE EL ACTOR Y LA ACCIÓN.
Detectada la problemática, esto será el primer paso que permita al investigador darse una explicación hipotética de la realidad, planteándose el abordaje de la situación (razón de ser del análisis), pronosticando que sucedería de no hacer nada, y planteando las estrategias de intervención.*
___________
*Matus, Carlos: Planificación y Gobierno, Revista de la CEPAL, N° 31, 1987.


Las conclusiones del trabajo de investigación, luego de ratificada o no la hipótesis, serán inferidas de la aplicación de la teoría psicosocial, que es la lupa con la que miramos la problemática.
No se trata de desarrollar las teorías que se seleccionaron para diagnosticar la situación, sino de su aplicación concreta en campo campo observado. Amerita una reflexión del observador sobre el objeto en cuestión, el impacto que le produjo y la distancia que le posibilitó su abordaje.


El ANÁLISIS de los datos, puede ser:

DESCRIPTIVO: narrativa del recorte de  la realidad social y los fenómenos que se observan en ella.

CLASIFICATORIO: categorías que permiten clasificar información de datos observados.

EXPLICATIVO: por qué la realidad funciona de determinada forma, se enlaza hipótesis con teoría y técnicas, elaborando conclusiones y variables percibidas.

El proyecto de intervención constituye una planificación (potencial) que los investigadores realizarían si les fuera demandado por la Institución.

El proyecto contiene una visión prospectiva, es decir cómo en el futuro se modificaría la situación si el mismo se llevara a cabo.
La elección de la técnica adecuada para intervenir en el campo, varía en función  de  la  cantidad  de  actores  sobre  los  que  se  operará, el  tipo de objetivos que se quiera lograr, la franja etaria, etc.
Otro tema a considerar, que hace a la etapa diagnóstica, tiene que ver con el constructo de Félix Guattari sobre los grupos que intervienen en las Instituciones. Él dirá que los grupos pueden ser: grupo-objeto o grupo-sujeto. Los primeros son hablados por la institución, reproducen el orden social instituido. Los segundos, tienen voz propia, estarían del lado de la creatividad, la producción, lo instituyente. Si bien a través del tiempo todas las instituciones se modifican, hay algunos grupos que en ellas actúan que son proclives a sostener a rajatabla sus misiones y funciones permanentemente, y otros, que responden más rápidamente a los cambios sociales y tratan de disputar el poder de la palabra.

Así como hay técnicas activas que se utilizan para lograr cohesión cuando la trama vincular está afectada, técnicas para alcanzar consenso en la toma de decisiones, técnicas de estimulación cognitiva, interpretación semántica, lúdicas, psicodramáticas, de cambio de roles, etc; de la misma forma, al encarar un proyecto planificaremos previamente el tipo de técnica apropiada para ese recorte investigado.
De qué se trata un proyecto:
Proyectar, según Pichon-Riviére, significa elaborar un futuro adecuado de una manera dinámica, por medio de una adaptación activa a la realidad, con un estilo propio, ideologías propias de vida y una concepción de la muerte propias”. (El Proceso grupal, Pag.124).
Cuando se enuncia un proyecto de intervención psicosocial, ese futuro adecuado no será respecto de nuestra propia vida, sino del objeto-campo sobre el que operamos. Se tomará en cuenta la  fundamentación, objetivos generales y particulares, la cantidad y duración de los encuentros, población destinataria, ámbito de realización (grupal, institucional, comunitaria), recursos con que se cuenta, recursos que se solicitan, autores y ejecutores del proyecto, teorías que sustentan nuestra intervención, etc.
Para esto es muy útil apelar al arte militar, tal como lo hiciera Pichon, donde la estrategia será el destino al que queremos arribar, para lo cual desplegaremos una logística (recursos con los que contamos, el primero de los cuales somos nosotros y nuestra posibilidad de intervenir), una táctica, que responderá al arte de ordenar los pasos para llegar a destino, y las técnicas (ya sean los dispositivos como las actividades que conocemos como técnicas activas)
Las fichas de la Escuela les aclararán las normas establecidas para sistematizar la práctica, y las áreas donde nuestra disciplina puede  poner la mirada, analizar lo observado y planificar la intervención para obtener cambios positivos a situaciones de obstáculo que se presenten.
Y ahora: ¡a la acción!

María del Carmen Barcia.

Se adjunta un abstract que puede servir de presentación del proyecto de intervención. 

BIBLIOGRAFÍA


ACOSTA HOYOS, L. E: Guía práctica para la investigación y redacción de informes. Paidós Educador. Buenos Aires, 1998. (9° reimpresión)

GUI, LUIS ALBERTO-PAVÓN, MARISA Isabel: Metodología de la Intervención III. Análisis situacional: El diagnóstico de la Psicología Social. Métodos y técnicas. Buenos Aires, 2005.

KAËS, RENEÉ: La institución y las instituciones, Paidés, Buenos Aires, 1993.

LOURAU, RENEÉ: El Análisis Institucional, Amorrortu, Buenos Aires, 1975.

RAMBAUT, LEO: Diccionario Crítico de Psicología Social. Según la teoría del doctor Enrique Pichon-Riviére. Ed. del Autor, 2002.

    VARELA, CRISTIAN: La entrada al terreno Institucional.   2003. Trabajo  aceptado  para  publicación  en la  
       Revista Tramas, N° 20, Ed. Universidad Autónoma de México, 2004