martes, 18 de octubre de 2011

METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN - Trabajo en campo

METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN
TRABAJO EN CAMPO – 4º AÑO
DOCENTE: MARÍA DEL CARMEN BARCIA



“El método es una cuestión de procedimientos, no de hacia dónde avanzar sino de cómo hacerlo”.        José Ferrater Mora (Filósofo español 1912-1991)


Cuando hablamos de método, aludimos a un conjunto de procedimientos que permiten optimizar los recursos de que se dispone para acceder a entender analizar o transformar una realidad determinada.
El método no garantiza la obtención de resultados, sino que muestra el camino de acceso.
Los métodos suponen la aplicación de diferentes técnicas. Estas técnicas estarán al servicio de obtener el objetivo buscado. En tercer año vieron las características del Método Científico, implementado por Wilheim Wundt en Psicología, y modificado para ser aplicado en Ciencias Sociales, excluyendo la experimentación y sustituyéndola por la contrastación de la/s hipótesis con la realidad.
Ejemplo de métodos son el analítico y el sintético. Mientras el primero parte de situaciones particulares para llegar a la generalización, el segundo va de lo general a lo particular.
La metodología no es una sumatoria de técnicas, y no necesariamente servirá la misma metodología para la investigación de diferentes problemas. Por ejemplo: un método puede ser válido para aplicarse en una dimensión microsocial (como en el caso del Trabajo de Investigación de 4º año), pero no para estudiar la problemática de una provincia o un país (dimensión macrosocial).

El método no sólo se utiliza en la etapa diagnóstica de un contexto dado, sino que facilita la planificación de la acción, si sus pasos fueron los adecuados.

Si bien no hay una “receta” metodológica, y nuestra práctica alude a una praxis (por lo tanto, un proceso recursivo donde la práctica va determinando la reflexión sobre la teoría y la misma práctica, es decir, su síntesis dialéctica), cuando un método ha probado ser eficaz en un campo determinado, podrá aplicarse en tanto mantenga su utilidad. Si hubiera perdido eficacia, se actualizará la metodología, buscándose otras formas procedimentales y  de abordaje. Por otro lado, hay que tomar en cuenta que si el Psicólogo social pondrá la mirada en el vínculo entre los actores y el objetivo que sea la finalidad de la institución, estamos hablando de un contexto socio-histórico. Como tal, cambiante.
Se debe a Kant, el concepto de mediación que se  establece que entre sujeto que mira y el objeto mirado (o sea interioridad y exterioridad, o mundo interno y mundo externo): el que  media es el percepto del sujeto. Entre el sujeto que percibe un objeto del mundo externo, y su incorporación a su mundo interno, se produce un pasaje "fantaseado" por una lente óptica virtual, que hace que la imagen percibida no sea la misma que la que se encuentra en el plano de lo real. Esta lente (metafórica) distorsiona la imagen.; proceso  sustentado en las matrices de aprendizaje, ideologías, prejuicios, etc, que conforman el bagaje de comportamientos del núcleo primario. Este mecanismo distorsivo hace que no veamos las cosas “en sí” sino “en mí”, no veo al otro como es, sino como puedo verlo en razón de lo dicho anteriormente.
Esta forma de subjetivación, era totalmente válida en la época disciplinaria, constructo desarrollado por Michel Foucault, donde los procesos de socialización (primaria, secundaria y terciaria) producían un sujeto característico. El ojo omnisciente del panóptico de Bentham; las instituciones propias del sistema de disciplinario (cárcel, hospital, cuartel y fábrica).
En la época de la globalización mediática, era de las TICs (tecnologías informáticas y comunicacionales), se pasó de la disciplina al control, y de éste al autocontrol. Los sistemas informáticos y comunicacionales, requieren ya no una estructura molar, sino molecular, de ahí la fragmentación social que se produce aceleradamente luego de la caída del Muro de Berlín y la instalación del Pensamiento Único en el imaginario social, cada vez más global y menos local. Los límites se esfuman, los territorios sólo conservan sus fronteras simbólicamente, la desterritorialización, la fugacidad y la velocidad son signos de los tiempos. El sistema global, como tal, necesita objetos y no sujetos; individuos que puedan interconectarse pero no comunicarse (a mayor interconectividad, menor comunicación), como forma de lograr el propósito de CONSUMIR CONSUMO. No importa qué, la propuesta de lo efímero, la fugacidad y la obsolescencia de los productos lleva al ser humano que puede, a comprar indiscriminadamente. SER vs. TENER.
Ahora, la mediación entre sujeto y objeto, está dada POR LA MÁQUINA.
Esto presupone una modificación en la forma de subjetivación, porque la IMAGEN, al estar mediada por la tecnología, propone al individuo (nunca tan bien llamado) a través del contacto, que “lo que se ve, es real”; a través de la computación puede editarse, hacerse montaje, crear realidades. La realidad, en la época mediática, es una construcción mediática.
A este hombre, el hombre del SIGLO XXI, entonces, irá puesta la mirada psicosocial.
Por lo tanto, si el método (los pasos procedimentales) no fueran los adecuados para realizar la investigación psicosocial, habrá que buscar otros que faciliten el diagnóstico institucional y situacional.
Para el abordaje del problema (situación, colectivo a investigar, institución o grupo), una herramienta fundamental para la investigación y análisis, será la aplicación del ECRO pichoniano; pero no la única. Los conceptos teóricos de los autores que se han visto en el decurso de la carrera, aportarán lo suyo.  Freud, Lacan, Mead, Lewin, Bion, Anzieu, la Escuela de Comunicación de Palo Alto, la Teoría de los Grupos (desde Sartre a Romero), la Teoría de los Discursos Sociales,  acudirán en ayuda de los grupos de investigación, fundamentando el análisis.   
Una de las características del Trabajo es la obligatoriedad de su aprobación como condición de promoción.

Es conveniente que, previo a la elección del objeto-campo a investigar, los subgrupos realicen una exploración sobre posibilidades, temas que interpelen su interés, situaciones que les parezcan pasibles de ser estudiadas en profundidad. Este paso previo puede realizarse conversando con la gente, preguntando sobre problemáticas o temas sociales preocupantes, explorando datos en los periódicos locales, etc.

Este paso constituye el análisis situacional exploratorio, y de esta exploración podrá surgir o no la viabilidad de la operación psicosocial. A veces, el costo económico o el tiempo, son factores que pueden entorpecer la posibilidad del trabajo. En este momento, uno de los aspectos más inmediatos, es el conocimiento de las características geográficas y topográficas, calles, avenidas, vías de acceso, origen del barrio, infraestructura de servicios (agua, asfalto, cloacas, luz, gas, medios de locomoción). Las organizaciones -gubernamentales o no- que estén en la zona; la relación del vecindario con las instituciones salud, educación, recreación, comunidades de diferentes orígenes, etc.

El análisis situacional presuntivo, surge cuando se presenta una comunión entre motivaciones subjetivas y objetivas para realizar la tarea. Aún los datos no han sido verificados por el operador, pero hay una aproximación a la problemática a través de fuentes (que pueden ser varias y de distintas características) que operan como motor de la elección.
En este paso el operador, además de su conocimiento empírico sobre el segmento de realidad escogido, va a buscar bibliografía comparativa, verificar los datos recogidos.
Ya en este momento, una vez decidido el objeto-campo en el cual  el equipo de investigación realizará la operación psicosocial, habrá que hacerse unas preguntas:

  • ¿Qué se quiere investigar?
  • ¿Por qué? ¿Qué nos motiva?
  • ¿Qué relevancia social tiene la investigación?
  • ¿Qué queremos conocer?

Este momento habilita al equipo a acotar (hacer el recorte) la realidad para que sea factible intervenir; focalizar para que se ilumine la problemática y pueda “hablarnos”. Se elabora la hipótesis previamente a la recolección empírica de información. Esto hace que, una vez analizados todos los elementos obtenidos en el paso siguiente, la hipótesis pueda ser ratificada (o sea, comprobada científicamente) a través de la aplicación teórica a lo observado; o bien, negada por los resultados de la investigación.
Lo que NO puede hacerse, es rectificar la hipótesis si no se comprueba la misma. Entonces, la elaboración de la misma, debe ser un trabajo serio del equipo, para lo cual pondrán en juego el marco teórico de la psicología social, sin apelar a nociones extrañas a la disciplina, o pertenecientes a los saberes vulgares. Una hipótesis es una pregunta que el recorte de la realidad que he construido como objeto de investigación, me hace. Cuando se enlazan los interrogantes y surge un supuesto como explicación, ahí tengo la punta para su elaboración.

Una vez determinado el qué, es el momento del cómo.

Y el cómo, es la pregunta por las técnicas que se van a utilizar para recabar los datos (Watzlawick, el autor de la Teoría de la Comunicación Humana”, dice que los datos no son datos, sino captos; esto es: lo que mi percepción me permite aprehender de la realidad). Éste es el motivo por el cual el trabajo se realiza en subgrupos: hay mayor posibilidad de objetivación cuando la mirada es múltiple.

                                        LA ORGANIZACIÓN ELEGIDA

La entrada al terreno institucional es un tema de suma relevancia para ser reflexionado. La institución antecede al sujeto tanto lógica como cronológicamente, como expresa Reneé Kaës, por lo tanto, es causa del sujeto psíquico.
Cada uno de los miembros del equipo de investigación tendrá, en su conformación subjetiva, una idea acerca de las instituciones que atravesó y atravesaron por él. Por lo tanto, al igual que los actores institucionales, tendrán una singular implicación institucional.
Lourau dice que la implicación institucional es “el conjunto de las relaciones, conscientes o no, que existen entre el actor y el sistema institucional”. Cuando participamos en un  una institución, se naturaliza la existencia de la misma, por la cercanía que supone estar en ella. Así, queda velado a los ojos de los actores, situaciones particulares (sectarismo, discriminación, rechazo a la autoridad, autoritarismo, etc) que hacen que éstos sean hablados por la institución y no tengan voz propia. Más adelante se profundizará sobre este tema. El operador externo, al carecer de esa cercanía, estará en condiciones de poder objetivar (relativamente hablando) los fenómenos que se le presentan.
Cristian Varela plantea que las instituciones pueden tener una actitud de total apertura al equipo investigador, o -pese a haber manifestado su acuerdo- oponer múltiples excusas al momento de las entrevistas, o bien, negarse abiertamente. Son éstas actitudes defensivas de las autoridades: es difícil admitir que alguien del mundo exterior pueda conocer la “cocina” de la institución. Habrá que ver –también- cuándo la retórica institucional enuncia realidades contrapuestas. Por ejemplo: si una institución fuera de integración a los discapacitados, y al llegar vemos que no hay rampas o ascensores que faciliten la entrada al colectivo causa de su creación, no hay mucho que pensar para poder evaluar esa situación. Las fantasías persecutorias, depresivas o de otro tipo, pueden darse tanto en el equipo de investigadores, como en las autoridades de la institución de la que se trate o de la población que es su razón de ser.

                                     CONTACTO DE APROXIMACIÓN

Ya estamos en el terreno del análisis situacional participativo. Para que éste se produzca, y antes de hacer la entrada al terreno institucional, es menester una aproximación táctica (que puede ser telefónica) con la/s autoridad/es de la institución, para explicar los motivos de la llamada, interesarlos en la elección, y solicitar permiso para una entrevista personal.
En tercer año ya han visto la técnica de la entrevista, por lo cual no profundizaremos en ella, pero sí mencionaremos que pueden entrevistarse distintos actores, si así se los permiten.
Esto posibilita confrontar informaciones, entrecruzar datos o informarse acerca de la/s ideología/s, valores y normativa que conforman el imaginario de la Institución. Si se utilizaran encuestas, al ser éste un método cuali-cuantitativo, es necesario realizar el procesamiento de esos datos estadísticos.
El trabajo final será una investigación de tipo cualitativa, cuyo recorte (microsociológico) va a resultar en un diagnóstico psicosocial, que no necesariamente podrá ser generalizado y aplicado, como se dijo anteriormente, a cualquier campo.
La entrevista tendrá por objeto obtener datos de primera mano de los actores institucionales: pueden ser directivos, personal de staff. Se obtiene información mediante los informantes clave o los grupos focales.
Al apelar al método etnográfico propio de la antropología, la observación, en nuestro caso, silente, (técnica regia que se realizará según los cánones aprendidos en la carrera), se tomará el registro de crónica, en forma escrita y textual. He aquí la técnica regia de la investigación socio-antropológica. Malinowski fue quien describió los dos tipos de crónica: caliente (es la que levantarán in situ) y diferida (que no será utilizada por nosotros). En ocasión de investigar comunidades aborígenes (“Los argonautas del Pacífico Occidental”); Bronislaw Malinowski se integraba a la vida cotidiana comunitaria y al final del día -en soledad- hacía la crónica de lo acontecido, apelando a la memoria, e incluyéndose como uno más en la experiencia. A esto se le llama crónica diferida.
Al ser la observación de tipo silente, levantarán la crónica (individual), tratando de textualizar lo expresado por los actores, tomando también nota de los gestos, posiciones, movimientos, ruidos del entorno, descripción del lugar, elementos simbólicos, etc.
Las REGLAS DEL ENCUADRE y LOS SOPORTES DE LA FUNCIÓN serán desplegados en la operación psicosocial; se explicitará a los responsables a cargo que el equipo trabajará con el principio de DISCRECIÓN y que, en su condición de alumnos, no harán ninguna devolución a la institución.

Temas relevantes a tomar en cuenta:

  • Cuáles son los objetivos que persigue la institución (educativos, recreativos, etc)
  • Misiones – Funciones- Personal – Población afectada– Grupos – Status- Roles
  • Programas- Duración- Horarios de actividades de la Institución
  • Cronograma de las actividades (tomar en cuenta el calendario institucional para organizar el del equipo)
  • Análisis espacial- significantes emblemáticos – relevancia o no de los lugares- accesibilidad en función de discapacidades
  • Análisis de la implicación de los actores. En el caso del subgrupo de investigación, evitar analizar espacios donde estén sobreimplicados.
  • Visualización de obstáculos en la relación grupo/tarea.

Cuando un trabajo está bien estructurado, se advierte la articulación entre la lógica institucional y la lógica metodológica instituida.
La secuencialidad debe encadenar las situaciones observadas con fluidez narrativa, es por eso que la escritura es un factor importante en la presentación del trabajo, que tiene que poder aportar algo nuevo al conocimiento psicosocial.
Analizar el contexto exhaustivamente, recordar que toda situación tiene un encuadre epocal, -por lo tanto socio-histórico-, que su validez y vigencia responden al momento en que la investigación es llevada a cabo. Esto es útil en el caso que un grupo quiera continuar la investigación que dio origen al trabajo de observación en campo de tercer año, si supieran que situaciones disruptivas modificaron la realidad situacional investigada.
Carlos Matus  interpreta la situación* como aquel recorte de la realidad social que en un espacio y tiempo determinados contiene la problemática a analizar y se constituye en el escenario donde se desplegarán las acciones que se planifiquen. Al respecto, agrega que:


La situación es todo aquello que es relevante para la acción. La situación es condicionante del actor y de la acción, y la acción de los actores es eficaz en la construcción de la situación”.

El recorte de la realidad debe estar focalizado en la RELACIÓN ENTRE EL ACTOR Y LA ACCIÓN.
Detectada la problemática, esto será el primer paso que permita al investigador darse una explicación hipotética de la realidad, planteándose el abordaje de la situación (razón de ser del análisis), pronosticando que sucedería de no hacer nada, y planteando las estrategias de intervención.*
___________
*Matus, Carlos: Planificación y Gobierno, Revista de la CEPAL, N° 31, 1987.


Las conclusiones del trabajo de investigación, luego de ratificada o no la hipótesis, serán inferidas de la aplicación de la teoría psicosocial, que es la lupa con la que miramos la problemática.
No se trata de desarrollar las teorías que se seleccionaron para diagnosticar la situación, sino de su aplicación concreta en campo campo observado. Amerita una reflexión del observador sobre el objeto en cuestión, el impacto que le produjo y la distancia que le posibilitó su abordaje.


El ANÁLISIS de los datos, puede ser:

DESCRIPTIVO: narrativa del recorte de  la realidad social y los fenómenos que se observan en ella.

CLASIFICATORIO: categorías que permiten clasificar información de datos observados.

EXPLICATIVO: por qué la realidad funciona de determinada forma, se enlaza hipótesis con teoría y técnicas, elaborando conclusiones y variables percibidas.

El proyecto de intervención constituye una planificación (potencial) que los investigadores realizarían si les fuera demandado por la Institución.

El proyecto contiene una visión prospectiva, es decir cómo en el futuro se modificaría la situación si el mismo se llevara a cabo.
La elección de la técnica adecuada para intervenir en el campo, varía en función  de  la  cantidad  de  actores  sobre  los  que  se  operará, el  tipo de objetivos que se quiera lograr, la franja etaria, etc.
Otro tema a considerar, que hace a la etapa diagnóstica, tiene que ver con el constructo de Félix Guattari sobre los grupos que intervienen en las Instituciones. Él dirá que los grupos pueden ser: grupo-objeto o grupo-sujeto. Los primeros son hablados por la institución, reproducen el orden social instituido. Los segundos, tienen voz propia, estarían del lado de la creatividad, la producción, lo instituyente. Si bien a través del tiempo todas las instituciones se modifican, hay algunos grupos que en ellas actúan que son proclives a sostener a rajatabla sus misiones y funciones permanentemente, y otros, que responden más rápidamente a los cambios sociales y tratan de disputar el poder de la palabra.

Así como hay técnicas activas que se utilizan para lograr cohesión cuando la trama vincular está afectada, técnicas para alcanzar consenso en la toma de decisiones, técnicas de estimulación cognitiva, interpretación semántica, lúdicas, psicodramáticas, de cambio de roles, etc; de la misma forma, al encarar un proyecto planificaremos previamente el tipo de técnica apropiada para ese recorte investigado.
De qué se trata un proyecto:
Proyectar, según Pichon-Riviére, significa elaborar un futuro adecuado de una manera dinámica, por medio de una adaptación activa a la realidad, con un estilo propio, ideologías propias de vida y una concepción de la muerte propias”. (El Proceso grupal, Pag.124).
Cuando se enuncia un proyecto de intervención psicosocial, ese futuro adecuado no será respecto de nuestra propia vida, sino del objeto-campo sobre el que operamos. Se tomará en cuenta la  fundamentación, objetivos generales y particulares, la cantidad y duración de los encuentros, población destinataria, ámbito de realización (grupal, institucional, comunitaria), recursos con que se cuenta, recursos que se solicitan, autores y ejecutores del proyecto, teorías que sustentan nuestra intervención, etc.
Para esto es muy útil apelar al arte militar, tal como lo hiciera Pichon, donde la estrategia será el destino al que queremos arribar, para lo cual desplegaremos una logística (recursos con los que contamos, el primero de los cuales somos nosotros y nuestra posibilidad de intervenir), una táctica, que responderá al arte de ordenar los pasos para llegar a destino, y las técnicas (ya sean los dispositivos como las actividades que conocemos como técnicas activas)
Las fichas de la Escuela les aclararán las normas establecidas para sistematizar la práctica, y las áreas donde nuestra disciplina puede  poner la mirada, analizar lo observado y planificar la intervención para obtener cambios positivos a situaciones de obstáculo que se presenten.
Y ahora: ¡a la acción!

María del Carmen Barcia.

Se adjunta un abstract que puede servir de presentación del proyecto de intervención. 

BIBLIOGRAFÍA


ACOSTA HOYOS, L. E: Guía práctica para la investigación y redacción de informes. Paidós Educador. Buenos Aires, 1998. (9° reimpresión)

GUI, LUIS ALBERTO-PAVÓN, MARISA Isabel: Metodología de la Intervención III. Análisis situacional: El diagnóstico de la Psicología Social. Métodos y técnicas. Buenos Aires, 2005.

KAËS, RENEÉ: La institución y las instituciones, Paidés, Buenos Aires, 1993.

LOURAU, RENEÉ: El Análisis Institucional, Amorrortu, Buenos Aires, 1975.

RAMBAUT, LEO: Diccionario Crítico de Psicología Social. Según la teoría del doctor Enrique Pichon-Riviére. Ed. del Autor, 2002.

    VARELA, CRISTIAN: La entrada al terreno Institucional.   2003. Trabajo  aceptado  para  publicación  en la  
       Revista Tramas, N° 20, Ed. Universidad Autónoma de México, 2004 

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